En vez de tirarla me quede con ella, sabia que acabaría haciendo algo con ella.
Paso bastante tiempo guardada en el estudio.
He aprendido a no pelearme con el tiempo. Las cosas surgen en su momento. Las cosas surgen porque de alguna manera van madurando.
Un día vi el taburete y se cruzo en mi cabeza con la puerta: sujetarla con las patas, jugar con los dos lados de la puerta, jugar con el hueco que completa la imagen y deja ver a través de él...
Luego a vuelto a pasar bastante tiempo hasta que he vuelto a trabajar en ella.
Hacía bocetos pero no lo llegaba a ver.
Este verano pensé bastante en las cosas que quería hacer a partir de ahora. Entre otras cosas decidí cambiar el planteamiento de este blog y hacerlo como es ahora: un día a día.
Cuando volví a Madrid me puse con ella.
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